Queridos amigos,
En la madrugada del pasado domingo 15 de diciembre, Pemba fue azotada por el
ciclón Chido. En la parroquia de San Carlos Lwanga, en Mahate, sus efectos
fueron especialmente devastadores. Todos los centros parroquiales, la escuela
primaria, el preescolar, el nuevo centro parroquial, la nueva iglesia, fueron
afectados. Los techos de todos ellos sufrieron mucho, especialmente los de los
colegios y el centro parroquial. Con menos daños se conserva la nueva iglesia, la residencia de las monjas benedictinas y la de los sacerdotes.
La escuela primaria perdió los techos de sus dos pabellones de aulas y el
ciclón también arrancó el techo del nuevo centro parroquial. El nuevo edificio
para las aulas del centro infantil también se quedó sin techo.
Este mes estamos en periodo de vacaciones escolares, hasta principios de
febrero de 2025, cuando comienza el nuevo año escolar. La escuela parroquial
fue designada como refugio para personas evacuadas de zonas de alto riesgo,
pero la escuela misma sufrió enormemente los efectos devastadores del ciclón.
Algunas estancias permanecieron intactas, como la biblioteca y la sala de
profesores, donde se han refugiado unas 70 personas desde el domingo. Otro
grupo de 100 personas que se refugiaron en la iglesia permanece en las
habitaciones del centro infantil que aún resistieron. Todos perdieron sus
hogares.
Todavía no tenemos información sobre víctimas mortales. Desde el domingo no hay
posibilidad de comunicación ni de electricidad, por lo que tardará mucho tiempo
en restablecerse. Sólo en la zona central de la ciudad de Pemba se están
restableciendo las comunicaciones.
Desde el domingo continuamos con los trabajos de limpieza en los caminos de
acceso al barrio y en los caminos parroquiales. Numerosos árboles arrancados y
arrastrados por el ciclón impiden el acceso.
Los refugiados en la parroquia pertenecen a una treintena de casas cercanas que
fueron destruidas total o parcialmente. En este momento estamos cubriendo la
necesidad principal de alimentos, pero necesitamos urgentemente ayuda para
ellos: comida básica, refugio y ropa para niños y adultos. Hay muchas más
personas afectadas, ante la información que llega cada día, muchos se han
refugiado en casas de vecinos o familiares.
Nos encontramos en una situación de emergencia, que agrava la ya complicada
situación de nuestras comunidades debido a los disturbios que siguieron a las
elecciones del 9 de octubre y los ataques terroristas que continúan en la
provincia.
Sin duda volverán a ser unas Navidades diferentes, intentando superar las
dificultades que nos ha traído esta situación.
Padre Eduardo