Hoy he pasado el día con todas estas familias de refugiados. Han venido hasta la letra j. El lunes vendrán los restantes. Cada uno representa una familia. Hay una gran tensión en el aire, es muy difícil vivir así.
Hace unos días nos llamó la embajada para decirnos, sin obligar, que consideremos una salida temporal de Pemba. Después del ataque a Palma y tras varios dias sin que se pronunciase el presidente, las embajadas han llamado a sus presidentes para decirles que estamos en manos de un incapaz...
No faltan motivos para la alarma. Han llegado refugiados con algún miembro amputado, trayendo el recado: id y decid que llegaremos a Pemba...
Y en verdad no parece que tengamos otra protección que la del Ángel de la guarda.
Se han ido varias comunidades, mientras dure la inseguridad... De nuestros misioneros. Han cerrado proyectos que yo creia que estaban allí para mostrar esa entrega sin medida de quienes seguimos a Aquél que nos lo dejó tan claro. Pero ahora parece que esta medida es irrebasable. Y no creo que pueda culpar a nadie... Porque al fin y al cabo mi valor es lo que soy capaz de amar, y cada uno tenemos el nuestro. Quizás deberíamos crecer cada día, ser más valiosos... No pararnos en eso...
Pero sin embargo creo que es ese valor sin medida el que hemos celebrado hace poco.
Yo no puedo evitar querer ser más valioso, amar más, y quizás por eso me duele tanto que el amor no sea amado.
En esta fase de mi vida creo que el amor se ha encarnado como nunca antes lo hizo en mi vida, aunque siempre lo vi, lo experimenté y lo tuve... Talvez esta situación límite me esté dando esto...
Puede ser que se estén escribiendo las páginas más importantes de mi vida... Aunque cada vez se me vuelve más claro que la verdad es que el grano de trigo muera...
Me cuesta entender que amigos míos esten cerrando las puertas a sus proyectos en este momento de confusión y miedo. Pero es lo que hicieron los discípulos, lo decía el evangelio... Necesitaban el empujón de la resurrección... También nosotros...
En mi se ha revelado algo muy importante y es que mi amor es más fuerte hacia estos hermanos, esta familia de Pemba, que hacia mis amigos... Y es algo que no sé explicar mejor, pero está ahí, y entiendo que con esto dentro alguien pueda decir que si le matan resucitará en su pueblo...
No tengo muchos oídos cerca que puedan entender estas palabras, y algo me suenan a tentar a Dios, como dice Isaías. ¡Dame una señal! Quienes estan aqui dentro de mi, quienes confían, saben que no se trata de mi, sino de todo lo que hace que una vida tenga sentido.
Y es eso, lo que quizás lo justifica todo...
No tengáis miedo, que es amor lo que queda.
Quedan pocas cosas importantes, cerca, cuando algo así te toca en suerte... Es muy fácil que perdamos esta oportunidad por todo lo que creemos que aún no hemos vivido.
Pero sin duda debe tener que ver con la gracia...
Que seáis mi lugar de intimidad, eso no tiene precio.
Y es porque estais a mi lado que todavía tiene más sentido vivir todo esto hasta el final.
Nuestra pequeña luz acabará fundiéndose con la luz eterna...
Brillar ahora es más importante que nunca.
Que Dios nos bendiga!
Mahate Pemba. Abril 2021
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