Jonás
A ti te escupió aquí la ballena, como a Jonás. Aunque quieras no puedes irte… Me lo ha dicho un amigo. Los amigos son así, te dicen las cosas que no quieres oír. Y te las dicen en el momento exacto.
Hace unos días que me pregunto si este es mi lugar. No es que lo dude, pero me lo pregunto. Ya ha pasado mucho tiempo desde que descubrí que no somos nosotros los que escogemos los lugares en la vida, más bien nos escogen ellos. Porque el lugar de tu vida eres tú mismo, tú mismo puedes hacer de cada lugar el tuyo. Es un pequeño secreto: tienes que escogerlo. Sin embargo me lo he preguntado.
Hago algo que me gusta mucho, tengo lo necesario, incluso más si bien lo pienso, las personas han empezado a entrar en mi vida, ya veo horizontes a lo lejos, y siento que puedo volar. Pero en el fondo, lo sé, tengo que escoger este lugar. Aunque tenga que moldearlo, igual que dejarme moldear por él. Escoger el lugar en la vida es lo que entiendo por obediencia. Si me pregunto a quien obedezco me viene en seguida esta respuesta: a mi fe. Es ese algo que no puedo cambiar porque toda mi vida sólo tiene sentido en torno a ello.
Me he subido a la terraza de la Escuela, quería hacer unas fotos del mar. Al final sólo he hecho un par de los niños jugando al balón que había en el campo. No se puede hacer una fotografía del mar, es demasiado inmenso. ¿Cómo será Dios? Me quedo embelesado a veces mirándolo, despierto y me descubro sin saber qué me ha pasado, porque es como si el tiempo se hubiese parado, y entonces ya no sé nada. Otras veces intento volver a ver aquella ballena que saltaba en alta mar el primer día que fuimos a dar un paseo. Sólo tenías que esperar un poco y allí estaba, tan lejos que era apenas una trucha saltando en un riachuelo de montaña, tan cerca que no era capaz de imaginar sus dimensiones.
¿Por qué me habrá dicho mi amigo que me escupió una ballena? No sabía que vimos una… tiene unas cosas Dios...

Algo parecido debe ser esa barca movida por el viento o estar dentro de una ballena hasta que esta decida escupirte en aquel que puedes escoger como tu lugar en la vida. Sólo una palabra: fe. La de Jonás es una fe metida a presión. A veces tenemos necesidad de algo de violencia, esto del Reino es para violentos dice el Evangelio. No sé si será así, pero después de oír esas palabras no se me ocurrirá volver a preguntarme si este es mi sitio…

Posos de café en Pemba, 7 de Noviembre de 2012
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