Posos de café y vida 2a Parte. Número 2.
Bajo tu manto, nos acogemos
Ayer hicimos algo muy importante. Levantamos una tienda en el
descampado del campo de la escuela, para acoger las Sagradas
Escrituras y a todos los que las seguimos com deseos de paz para
nuestras familias y comunidades. Reunimos a 120 hermanos y
hermanas, cristianos y musulmanes, de todos los barrios de Pemba y
de las aldeas de Mieze. Estos ya se habían comprometido a trabajar
por el diálogo, la reconciliación y la paz en varios encuentros de
formación que desde el centro interreligioso para la Paz estamos
haciendo con las comunidades que siguen sufriendo el azote del
terrorismo islamista. Pero antes de empezar el encuentro, fuera había
otra cincuentena de personas, talvez más... Querían participar,
aunque no estaban en las listas.
Oyeron en las mezquitas que habría un encuentro el sábado 16, y que
los imanes estarían y los sacerdotes católicos también, con otros
líderes religiosos, y que los musulmanes y los cristianos iban a
entregarse sus libros santos, unos a otros, y querian ver cómo seria
eso. Se quedaron fuera de la tienda porque no había lugar para ellos,
bajo el sol, sin importarles, durante todo el tiempo que duró la
ceremonia.
Algunos entendieron mal, pensaron que sucedería como era hace
unos años, antes de los ataques, cuando cristianos y musulmanes se
reunían a veces para disputar por la verdad y la razón y hacer
prosélitos. Se llevaron una sorpresa.
Sólo vieron hermanos y amigos que acogieron con humildad y amor
la sagrada escritura que guia aquellos que tienen otra fe y se
comprometieron a conocerlo y protegerla de quienes quieren hacer
de ella una arma para matar.
La ceremonia duró dos horas, imanes y sacerdotes compartieron la
esencia de las religiones y de sus sagradas Escrituras, y dos grupos
corales de niños y adolescentes cantaron por la paz y rezaron a Dios.
La representante del gobierno leyó un mensaje del secretario de
Estado que nos animó a seguir adelante en esta misión pacificadora,
pero lo que vio es que ya no se puede dar marcha atrás en el
compromiso de jóvenes, mujeres y hombres, que ahora ya se
conocen y aprecian, y ya no se tienen miedo, porque esta amistad es
la garantía para que cada uno pueda sentirse quien es y practicar su
religión con libertad. Estos hermanos y hermanas que siguen por
este camino han descubierto la belleza de creer, el don de las
religiones para el mundo y la necesidad de protegerlas de las
ambiciones violentas de algunas personas.
Aqui en Mozambique celebramos la Asunción de María a los cielos
este domingo. Resulta que ella es una agraciada de las dos religiones
y otra vez está reuniendo a sus hijos. Por eso levantamos la tienda, la
que Dios pone en nuestra historia, para que nos sintamos acogidos,
cuando la inclemencia del sol o la lluvia se cierna sobre nosotros.
Por eso, bajo tu manto nos acogemos...
Os dejo aquí algunas de las palabras que leímos ayer en la ceremonia
de la entrega de los libros sagrados...
As nossas religiões são presentes de Deus para a humanidade. Deus
nos deu elas para que não se perca nenhum ser humano na escuridão
do pecado. Elas são as portas da salvação que esperam até que o
mundo acabe para que todo ser humano passe por elas, são como os
ramos de uma árvore imensa que precisa de todos para se sustentar e
permanecer erguida, ramos que oferecem, cada um, seus frutos a
quem os quer comer, e estão cheios das mais belas flores. Cada
religião conserva em seu seio o tesouro da sua palavra, que todos
podemos ouvir e compreender, porque pertencemos à mesma árvore
da humanidade.
Tristemente, ao longo da história, as religiões enfrentaram-se, umas
vezes por causa do poder, outras por causa da mentira. Os
preconceitos que enfrentam as pessoas religiosas ainda estão
presentes entre nós e precisamos vencê-los.
Desde um grupo de irmãos e irmãs das diferentes religiões,
congregações e igrejas, da nossa província, queremos pôr as bases
para a paz religiosa, celebrando o dom dos nossos livros sagrados
que são graça e verdade para os corações confundidos.
Y esto es lo que leímos al recibir la Sagrada Escritura:
Acolhemos a palavra sagrada que alumia a vida dos nossos irmãos
(muçulmanos/cristãos), comprometendo-nos a custodiar e proteger
contra todos os que a ameacem, a conhecer e aprofundar o caminho
religioso que convida a viver, a respeitar e venerar os seus
ensinamentos como palavra vinda de Deus para a salvação de todos
os que a praticam.
E que só Deus seja quem julga ao ser humano, que todos sejamos
irmãos em nosso próprio caminho e a todos testemunhemos a fé que
traz a paz ao mundo.